¡LAS COMIDAS EN FAMILIA SON MUY IMPORTANTES! ¡FAMILY MEALS ARE VERY IMPORTANT!

Luego del acelerado crecimiento de los primeros 12 meses de vida, en la etapa preescolar, el niño entra en un periodo de desaceleración, por lo que las necesidades calóricas disminuyen y aumentan las necesidades proteicas (por el crecimiento de los músculos y otros tejidos).

El aumento de peso a partir de allí esta entre 2 y 2,5 kg por año; por ello es importante que se cubran los requerimientos básicos con una dieta balanceada, equilibrada, adecuada, suficiente y variada.

Lo habitual es que los niños hagan una dieta alta en azucares (lo cual los predispone a las caries), pobre en frutas y verduras (esto provoca cansancio y baja del rendimiento físico y mental por déficit de vitaminas y minerales), y baja en fibra (que genera constipación). Además, es común que consuman alimentos conocidos como “chatarra” (productos manufacturados con elevadas cantidades de grasa total y saturada, azúcar, colesterol, sal y con ninguno o pocos nutrientes), los que son presentados en empaques llamativos y suelen acompañarse de campañas publicitarias intensivas.

En los más pequeños, si aun hay dificultad para masticar algunos alimentos o admitir nuevos, se deben ofrecer alternativas, con diferentes sabores, textura y colores, sin forzarlos y dejarlos a su elección, teniendo en cuenta las preferencias sobre los distintos alimentos. Hay que acostumbrarlos a la comensalidad: comidas en familia o con otros niños si lo hacen en guarderías, evitando la televisión, en un ambiente tranquilo y relajado.

En la etapa de aprendizaje primario, al niño se le debe inculcar la idea de una alimentación sana, como habito para toda la vida. Un buen truco consiste en no prohibir, sino hacer un juego de premios; por ejemplo, si comes verduras, tenes una golosina de postre.

La conocida dieta mediterránea puede ser un buen ejemplo: promociona la lactancia materna y sugiere moderación en el consumo de carne, el uso de aceite de oliva; la disminución del consumo de grasa y colesterol; promoción de consumo de grasa y colesterol; promoción del consumo de frutas, verduras, pescado y lácteos; el aumento de la ingesta alimentos ricos en hidratos de carbono complejos (pan, legumbres, pasta, papas y cereales); reducir el consumo de azúcar, dulces y snack; mantener la tradición gastronomita y la variedad en platos y recetas, disminuir el consumo de sal y prevenir el consumo de alcohol y tabaco; estimular el ejercicio físico y mantener un peso saludable estableciendo un equilibrio entre el aporte y el gasto energético.